sábado, 18 de septiembre de 2010

Festejos de Independencia

1) "Celebra México 2010"
Después de acceder por el arco detector de metales y una seguridad extrema estuve en la explanada del Museo de Historia Mexicana. Justo antes de iniciar el espectáculo la voz al micrófono nos señaló las rutas de evacuación en caso de ser necesario. Inicia el show y mi primer sorpresa fue que no se llenó la explanada. Mi segunda sorpresa fue que conté las banderas entre la gente y no pasaron de 5(cinco). Lo destacable: el recorrido histórico hasta la actualidad y el centenar de bailarines y actores. Mi aplauso a los creadores del show.

2) El Grito
Entre la gente caminaban el personal de seguridad armados hasta los dientes y si querías acceder cerca del Palacio de Gobierno tenías que pasar un segundo arco detector de metales. Las banderas brillaron por su ausencia. En toda la explanada de los héroes no se contaban más de 20. Lo que se conserva es la tradición de vestir a los niños con ropa tricolor. Lo malo: El grito estaba programado a las 11:00 pero inició 30 minutos después. Esa impuntualidad me recordaron los 40 minutos de retraso en la recién inauguración de la Terminal B del Aeropuerto de Monterrey. La Voz de Lupe Esparza, Chilinflas y demás personajes se escuchaba muy fuerte ( digamos que a un volumen 10). Al salir nuestro gobernador a dar el grito, el volumen de su voz era un 3 ó 4. La alegría de ver en ese momento la explanada llena de valientes que pese a los pesimistas asistieron al evento me hicieron olvidar los detalles negativos. Ya era hora de descansar pero antes De esto me di cuenta que no somos pueblo de tacos sino de hotdogs. A 2 x $20 y a 2 x $35 medio mundo recargaba energías perdidas.

3) El desfile
Con un fuerte sol de treinta y tantos grados el desfile inició con mucha gente que quería ser testigo del evento. Los helicópteros y los aviones causaron asombro en los asistentes. Un aplauso se llevaron la gente de Bomberos, Cruz Roja y el pequeño grupo de jubilados de la policía. En cambio, los soldados recibieron un gran aplauso generalizado. Repito, los militares fueron aplaudidos mientras varios les gritaban "Sí se puede" y "Arriba los soldados".
Sin duda, el gran aplauso que recibieron lo militares es un agradecimiento por el trabajo que realizan.

3 comentarios:

  1. Hola Fermín:

    Tuvimos la oportunidad de disfrutar de los festejos patrios en Monterrey. Siendo oriundos de otro país pero viviendo en una ciudad mexicana de tamaño pequeño, MTY nos encantó, en ciertos aspectos hasta nos pareció que estabamos en otro país (San Pedro/VO).

    Mil disculpas, pero aprovecho tu entrada sobre los festejos para hacer una especie de "trip report" por si a alguno de tus lectores o a tí les pudiera interesar. Como suele ser en estos casos, se suelen obviar la mayoría de cosas positivas y destacar algunas negativas, no se me vayan a ofender :D

    Nos hospedamos muy cerca de la Macroplaza, gran acierto el poder ir caminando a cualquier lugar, salvo por el problema de no poder mover el auto durante casi 2 días completos, aún así, nos pareció ideal.

    El primer día disfrutamos del cerro del obispado sólo puedo describirlo con una palabra, impresionante, qué increible paisaje y cuidado al detalle, la selección del hilo musical en el era estupenda, el vigilante muy amable, el acceso gratuito, baños en buen estado, expendedores de bebidas, no se le puede pedir más, salvo que esté un poco mejor señalizado, nos costó encontrar el acceso, ah, y una pequeña pergola, o algun elemento que provea un poco de sombra se agradecería muchísimo!

    El segundo día disfrutamos de la macro plaza y el paseo santa lucía al completo, que asombrosa obra, nunca me cansaría de recorrerlo, el entorno con la vista de la M y el cerro de la silla por el otro lado es espectacular, ¿quejas?, pues aquí si unas pocas, echamos de menos presencia policial o vigilancia, aunque haya cámaras eso no impidió a muchas personas de aspecto nada caonfiable acercarse o acecharnos con un objetivo más que evidente, también bastantes mendigos o personas en un avanzadísimo estado de ebriedad a plena luz del día hicieron la experiencia un poco menos cómoda, sé que es algo que va asociado a los turistas, pero un par de policías dando rondines en bicicletas solucionarían todos estos problemas, creo que es algo que el municipio puede permtirse. Nos sorprendió la escasa afluencia de gente y los pocos negocios para refrigerios o venta de productos, gustosamente habriamos gastado dinero en ellos sin tener que recurrir a los típicos Oxxos.

    Otra cosa que no nos gustó, es el hecho de que los viajes en barca sean siempre de ida y vuelta, y que no permitan trasladar carreolas (aunque amablemente hicieron una excepción tras rogarles varias veces, pero si pusieron mala cara), eso es totalmente inaceptable, nosotros caminamos para ir y debido al cansancio y el calor quisimos regresar en barca. Otro tema es que anuncian un tour de 50 minutos de duración, lo cual es muy exagerado, el trayecto de ida dura no más de 12-15 minutos. Por último, además un techo recubierto de malla sombra u otro material más opaco se agradecería muchísimo, el sol era infernal. También en la zona del parque fundidora encontramos algunos bebederos públicos, pero no estaban operativos y las pequeñas tiendas de snacks estaban cerradas.

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    El segundo día disfrutamos de la macro plaza y el paseo santa lucía al completo, que asombrosa obra, nunca me cansaría de recorrerlo, el entorno con la vista de la M y el cerro de la silla por el otro lado es espectacular, ¿quejas?, pues aquí si unas pocas, echamos de menos presencia policial o vigilancia, aunque haya cámaras eso no impidió a muchas personas de aspecto nada caonfiable acercarse o acecharnos con un objetivo más que evidente, también bastantes mendigos o personas en un avanzadísimo estado de ebriedad a plena luz del día hicieron la experiencia un poco menos cómoda, sé que es algo que va asociado a los turistas, pero un par de policías dando rondines en bicicletas solucionarían todos estos problemas, creo que es algo que el municipio puede permtirse. Nos sorprendió la escasa afluencia de gente y los pocos negocios para refrigerios o venta de productos, gustosamente habriamos gastado dinero en ellos sin tener que recurrir a los típicos Oxxos.

    Otra cosa que no nos gustó, es el hecho de que los viajes en barca sean siempre de ida y vuelta, y que no permitan trasladar carreolas (aunque amablemente hicieron una excepción tras rogarles varias veces, pero si pusieron mala cara), eso es totalmente inaceptable, nosotros caminamos para ir y debido al cansancio y el calor quisimos regresar en barca. Otro tema es que anuncian un tour de 50 minutos de duración, lo cual es muy exagerado, el trayecto de ida dura no más de 12-15 minutos. Por último, además un techo recubierto de malla sombra u otro material más opaco se agradecería muchísimo, el sol era infernal. También en la zona del parque fundidora encontramos algunos bebederos públicos, pero no estaban operativos y las pequeñas tiendas de snacks estaban cerradas.

    Para el día del grito nos alistamos muy temprano, agradecimos las medidas de seguridad y a las 6 estabamos ya en la explanada de los héroes, cómodamente sentados y acomodados, cómo no, pagamos nuestra ignorancia, no habia lugares donde comprar comida o refrigerios, salvo unos pocos vendedores ambulantes que no nos daban la más mínima confianza. Horas despues, estábamos rodeados de personas sin los más mínimos modales, fumando al lado de nuestros hijos sin pudor alguno. Tras sentirnos acorralados, con hambre y despues de anunciar que el grito no sería sino hasta las 23:30, nos retiramos del lugar y nos instalamos cómodamente al lado de una biblioteca cuyo nombre no recuerdo, ahí si que estuvimos agusto (aunque hambrientos), quisimos salir a comprar algo de comer pero la fila para volver a entrar era tan inmensa que inmediatamente desistimos. ¿Porqué no permitir la instalación de dos o 3 puestos dentro del recinto?.

    Por último, disfrutamos del desfile a la sombra, sentados del lado de la Av. Zaragoza, en el parque que está justo por un lado del edificio de infonavit. Nos gustó mucho el desfile, pero si nos disgustó la gran gran falta de civismo por parte de muchas personas maleducadas que llegaron a último momento y se acomodaron y mantuvieron paradas en los lugares del frente, en lugar de sentarse en el pasto para que todos pudieramos ver (el parque tiene pasto a modo de anfiteatro), así que los que estabamos sentados y bien organizado, todo familias, apenas pudimos verlo. Unos simples carteles en esa zona que pusieran "Por favor, manténganse sentados", y todos habríamos disfrutado del desfile perfectamente, incluidos los que llegaron a último momento.

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    En resúmen, echamos en falta algo más de vigilancia, iluminación (muchas luminarias no servían y se veía bastante oscuro), señalización (estuvimos un poco perdidos), y sobre todo la instalación de algunos puestos regulados y permanentes de comida, bebida, incluso pequeños recuerdos y unos baños, aunque sea en una parte alejada. La macroplaza es enorme, inmensa, no puedo entender como pueden ignorar eso. Poderse sentar a disfrutar una nieve, un café, una bebida o un pequeño refrigerio, contemplando el paisaje no tiene precio, como diría el tan conocido anuncio. Yo habría vaciado mi cartera muy gustosamente.

    Una última cosa, echamos de menos comida típica o regional, o por lo menos algo mexicano en el centro, sólo encontramos hamburguesas, hot-dogs y pizzas, y en la noche, todo cerrado desde bien temprano.

    Bueno, mil disculpas por usar el espacio, ¡gracias Monterrey!.

    Para la próxima, esperemos tener más tiempo para visitarlos como se merecen.

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