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jueves, 12 de diciembre de 2013

Monterrey en 1886

En 1886, una persona norteamericana envió una carta al periódico Staunton Spectator del estado de Virginia en Estados Unidos; en la carta describió la ciudad de Monterrey que vio en su visita, esta fue publicada el 20 de octubre de 1886. Describe una ciudad de 40 o 50 mil personas, clima agradable y de calles angostas.

Monterrey en 1886.

En el texto, varios lugares de Monterrey son descritos:

Las plazas: lugares públicos donde comúnmente se realizan festividades y puedes comprar café, chocolate o dulces a los vendedores ambulantes que traen una mesita bien adornada con su mercancía.
Las plazas de Monterrey en 1886.

Los parques: parecidos a las plazas pero en los parques encuentras fuentes, árboles de naranjas y de limones, todo tipo de árboles de sombra, césped y flores.
Los parques de Monterrey en 1886.

Las casas:  son antiguas y bien construidas que solo podrían ser derribadas por un terremoto, tienen paredes gruesas de piedra con sus fuertes puertas de madera y con ventanas con rejas en el exterior, similares a las cárceles de Estados Unidos. Las casas de Monterrey, casi todas de un solo piso, no tienen patio al frente como las casas norteamericanas, los patios en Monterrey están al fondo de la casa. Estas casas tienen 2 o 3 cuartos y normalmente en uno de estos cuartos duerme el hombre de la casa y su esposa además una docena de niños y hasta los 4 abuelitos.

Las casas de Monterrey en 1886.

El Obispado: Construido como los antiguos castillos, es un hermoso castillo blanco más bonito que una foto. Al frente y al oeste se ven cañones y municiones, además por la parte de atrás, a 400 metros, se pueden ver cañones usados por el General Taylor en la Batalla de Monterrey de 1846.
El Obispado, Monterrey en 1886.

Las iglesias: la iglesia más grande está localizada en el centro de la ciudad, es un magnífico edificio que todavía no se completa su construcción pero se ha estado construyendo desde hace 150 años. Está adornada con objetos de oro y plata, finas telas, pinturas y grandes esculturas. Las otras son antiguas iglesias que no son tan grandes pero nos muestran grandeza al estar muy bien adornadas.
Iglesias de Monterrey en 1886.

El Fortín de la Ciudadela (Black Fort): Situado al norte de la ciudad, es una gran estructura cuadrada de piedra, a los lados hay cuartos y en el centro está el edificio sin techo, en total, este fortín abarca 3 o 4 acres (entre 1 y 1.5 hectáreas). Sus paredes tienen 4 pies de grueso (1.22 metros) y 10 pies de altura (3 metros). Además tiene una puerta de acero y en el interior hay algunos cañones y árboles Mezquite. 
El Fortín de la Ciudadela en Monterrey, 1886.

Las campanas: Monterrey le gana a cualquier lugar de este lado del Atlántico en el toque de campanas. No pasa una hora sin que escuches las campanas de alguna iglesia.
Las campanas de las iglesias en Monterrey en 1886.

Terrenos baratos: Los terrenos que pertenecen al gobierno y que no están cerca de la ciudad se venden a 20 centavos por acre (los de primera clase), los de segunda clase cuestan 12.5 centavos y los de tercera clase a 8 centavos por acre. En cuanto a los terrenos de particulares, es imposible comprarlos porque la gente no los vende a ningún precio, estos terrenos los dividen y los heredan a sus nietos.
Terrenos en Monterrey en 1886.

La venta de carne y de naranjas: Por toda la ciudad venden carne, prácticamente en cada cuadra encuentras un lugar o personas que venden carnes, además, en cada esquina hay mujeres que venden naranjas a un centavo. A la hora de la comida, siempre hay carne, aunque sean pobres.
Venta de carne en Monterrey en 1886.



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