Monterrey, México: Gonzalitos

Su nombre: José María Raymundo Eleuterio González Mendoza.
Hoy 20 de febrero del 2013, se cumplen 200 años de su nacimiento.

Gonzalitos.

Nació el 20 de febrero de 1813.
Su padre fue el Capitán Matías González y su madre Doña Josefa Mendoza de González.
Quedó huérfano de padre a los 5 años de edad, su padre murió en la guerra de independencia. Afortunadamente su tío Don Rafael Mendoza lo apoyó.
A los 12 años ingresó al Seminario de Guadalajara donde estudió Filosofía, Retórica, Raíces Griegas y Latinas y Literatura de autores clásicos.
Dominaba el contenido de la Biblia.
En el Colegio Seminario se interesó por las humanidades pero después se inclinó por las ciencias naturales.
Con conocimientos generales de Medicina inicia sus prácticas en el Hospital de San Juan de Dios en Jalisco.
En 1830 acompaña a un paciente a San Luis Potosí, durante 10 días a caballo.
En San Luis Potosí, a sus 17 años, trabajó como practicante segundo con un sueldo de 20 pesos mensuales.
Fue ayudante del cirujano Dr. Pablo Cuadriello y del internista Dr. Pascual Aranda, que posteriormente le dieron constancia escrita que por 2 años trabajó con ellos.
A los 20 años llega a Monterrey con una recomendación del director del Hospital de San Luis Potosí.
En Monterrey, Gonzalitos busca trabajar en el único hospital de la ciudad, el Hospital de Nuestra Señora del Rosario (hoy Casa del Campesino o Museo Estatal de Culturas Populares en el Barrio Antiguo).
El Hospital del Rosario era dirigido por el encargado de la botica, el Dr. Zendejas, al marcharse a León, Guanajuato a instalar una farmacia, nombran a Gonzalitos Director Interino del hospital el 1 de mayo de 1834, (pero duró en el puesto 19 años). Él tenía 21 años.

Pintura de Gonzalitos a los 25 años.

El 1 de abril de 1835 abrió su cátedra con 4 alumnos, haciéndoles estudiar 4 años, aunque oficialmente no había escuela. Al finalizar uno de ellos se fue a Saltillo, otro a Victoria, otra a Linares y otro se quedó en Monterrey.
El 8 de marzo de 1842, el gobierno del estado le concede el título de Médico.
Compró una casa en las actuales calles de Morelos y Escobedo y formó un hogar casándose con la señorita Carmen Arredondo, hija del jefe militar, General Joaquín Arredondo.
Su boda fue el 6 de enero de 1836. Él tenía 23 años, ella tenía 19.
Se separaron 6 años después, aunque no hubo divorcio.
Este fue el momento más amargo de su vida.
El 1 de abril de 1842 abrió un curso completo de ciencias médicas, con 5 alumnos, donde es profesor de Farmacia, Anatomía, Fisiología, Medicina Legal, Obstetricia y Terapéutica, entre otras.
En 1846, ante la invasión americana, Gonzalitos sale de Monterrey para dirigirse a Cadereyta.

En 1851 se crea el Consejo de Salubridad, Gonzalitos es nombrado Vicepresidente.
Poco antes había sido electo Segundo Diputado Suplente ante el Congreso del Estado.
Cierra el único hospital en Monterrey y Gonzalitos empieza a dar las clases de medicina en su casa.
En 1858, el Consejo de Salud le encarga fundar un Hospital Civil.
El 1 de mayo de 1860 inauguran el nuevo hospital.

Hospital Civil que luego fue llamado Hospital González.

Al morir Gonzalitos, le fue impuesto su nombre al Hospital.
Gonzalitos es miembro de la Compañía Lancasteriana, organismo que tiene a su cargo la educación pública.
Gonzalitos también es miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía e Historia.
El 30 de octubre de 1859 se crea el Colegio Civil del Estado y Gonzalitos es catedrático de Medicina Operatoria y de Anatomía General y Descriptiva.
El 20 de septiembre de 1866, el Dr. González -Gonzalitos- es designado Director del Colegio Civil que ofrecía estudios secundarios, preparatorios y las carreras de Jurisprudencia y Medicina.
Por decreto, el 20 de febrero de 1867, el gobernador de N.L. nombró a Gonzalitos "Inspector General de Estudios" y Miembro Honorario de las Juntas de Beneficencia de Nuevo León.
En 1869 es elegido Diputado propietario.
En 1873 asume el cargo de Diputado Local por el Distrito I.
Al presidir la Junta de Mejoras Materiales se realizó en Monterrey, el Puente Juárez, adornos de las Plazas Públicas y los cimientos de la Penitenciaría.
En 1870, en ausencia del Gobernador Gerónimo Treviño, Gonzalitos es nombrado gobernador interino, puesto en el que estuvo por 6 semanas.
En 1873 se convierte en la primer persona en ser Benemérito de Nuevo León.
En su misma casa, todos los sábados daba limosna a quienes lo pedían.
Se retira de la política para "volver a tener amigos".
Gonzalitos no tuvo hijos.
Sus problemas de la vista se agravan y tras una inflamación grave, el 17 de abril de 1881 perdió el ojo izquierdo.
Con la ayuda de sus amigos empresarios viaja a N.Y. a curarse el ojo bueno.
El pueblo de la ciudad, al tenerle mucho cariño a Gonzalitos, está a la expectativa de su viaje a N.Y.
Al regresar Gonzalitos de N.Y. inició un festejo popular el 21 de noviembre de 1883 y hasta enero del siguiente año.
El H. Congreso del Estado acuerda que la antigua Hacienda de Ramos, erigida en villa, lleve el nombre de Doctor González.
Gonzalitos escribió poesía, textos de oratoria, de historia y textos didácticos.
En su consultorio, Gonzalitos tenía más de 3,000 libros.
"¿Qué tiene usted criatura?", esa es la frase con que Gonzalitos recibía a sus pacientes.
En sus consultas de la 1 p.m. llegó a tener fila de 65 personas para ser atendidos.
Gonzalitos atendió a la más humilde mujer que no tenía nada y atendió a la esposa del presidente Juárez. Por eso la gente lo quería mucho.
Gonzalitos medía 2 varas menos 2 pulgadas (aprox. 1.62 metros).
Siguiendo el precepto de Hipócrates, de no oler mal a los enfermos, generalmente procuró traer almizcle, de aroma muy agradable.
A las 4 de la mañana, en verano, y a las 5 de la mañana en invierno, se tomaba un chocolate y se iba al Hospital. A las 12 hacía una comida abundante sin vino y por la noche tomaba un chocolate.
Gonzalitos daba su trabajo sin esperar retribución.
La cláusula 4 de su Testamento decía: "Todo Monterrey sabe que yo nunca he cobrado nada: que todo lo que tengo ha sido por regalos y por donaciones que me han hecho".
Al recibir, del archiduque Maximiliano, la condecoración de la Orden de Guadalupe dijo "Más hubiera agradecido que me hubiera mandado siquiera unos 10 pesos para el Hospital, prefiero tener atole para los enfermos que llevar esta condecoración en el pecho, jamás me la pondré".
Al final del año 1887, sus problemas de salud se complicaron.
Se le declaró una afección en el hígado que poco a poco lo fue consumiendo.
A su muerte, recibe todos los honores en la Escuela de Medicina y en el Palacio de Gobierno.
El féretro fue colocado sobre un soberbio catafalco.
En la cabecera del féretro estaba la cita en bronce "No se perderá su memoria, y su nombre se repetirá de generación en generación".
Sus restos son sepultados en la parte norte del Hospital Civil (en calles Cuauhtémoc y 15 de mayo).
Luego sus restos fueron trasladados, con todos los honores, a la Facultad de Medicina y el Hospital Universitario.
Era católico y en sus últimos días de vida pidió un sacerdote.
A los 75 años, un mes y doce días, a las 11 de la noche del 4 de abril de 1888 falleció Gonzalitos.
Monterrey estaba de luto. Las tiendas cerraron, las oficinas suspendieron trabajos, la gente vistió su ropa de luto. La bandera mexicana fue izada a media asta, de igual manera las banderas en las casas de los cónsules de España, Alemania e Italia.

Homenaje fúnebre a Gonzalitos.

Actualizo:
El 20 de febrero por la noche, en uno de los patios del Museo del Palacio de Gobierno se llevó a cabo un panel sobre la vida de Gonzalitos. Los invitados a la charla fueron el historiador Héctor Jaime Treviño, el maestro Alfonso Cano Jaime, el profr. Armando Hugo Ortiz y el Lic. Jesús Ávila:

Bicentenario de Gonzalitos.

Video:

Afortunadamente pude asistir y gozar de este evento por el Bicentenario del natalicio de Gonzalitos. Al finalizar el evento, el maestro Alfonso Cano Jaime regaló a los presentes un CD con su libro digitalizado "Gonzalitos, educador":

Libro digital "Gonzalitos, educador". Autor: Alfonso Cano Jaime.

Fuentes:
Libro de 1888: "Biografía del Dr. D. José Eleuterio González (Gonzalitos)", autor: Hermenegildo Dávila.
Libro: "Beneméritos de Nuevo León" autor: Héctor Franco Sáenz. p.22.
Libro "Historia y Filosofía Médica" autor: Dr. Hernán Salinas Cantú. p.121.