En 1861 la calle Galeana fue abierta al sur, desde calle Morelos hasta el Río Santa Catarina. En 1867 fue prolongada hacia el norte.
Calle Galeana en el centro de Monterrey.
¡Calle de Galeana, blanca calle mía!
Yo por ti he sentido fértil simpatía.
Cuando pequeñuelo, por tu clara vía,
en una escobeta montado corría;
después jugué al trompo, al "burro", al "soldado";
a los papalotes y al "ajusticiado".
Junto a esos portones,
-en alegre fiesta de chiquillería-,
se encendió la lámpara de mi fantasía,
con las narraciones
del mago Aladino,
Simbad el Marino
y aquellos terribles Cuarenta Ladrones.
Frente a la casona de tupidas rejas,
-aún siendo muy niño-,
desgrané las quejas
del primer cariño;
¡Quejas sollozantes que nadie escuchó!
Y en aquella casa de humilde ventana
mi madre nació.
¡Calle de Galeana, calle de Galeana,
tenlo por seguro que nadie te quiere tanto como yo!
Calle de Galeana -banquetas barridas, banquetas regadas;
yo voy caminando con lentas pisadas!...
Fuente:
Libro "Crónicas y Sucedidos del Monterrey de los siglos XIX y XX".
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